Qué podemos hacer para convertir al turismo en una fuente de recursos económicos para Guadix?
Desde mi punto de vista, aprovechar todos los recursos disponibles y centrarnos en el turismo especializado y dirigido a clientes de alto poder adquisitivo.
El pasado día 28 de noviembre de 2014 fuí invitado a participar en una reunión de expertos en las instalaciones del ADR Comarca de Guadix para contribuir a la redacción de un Plan Estratégico Sectorial para el desarrollo turístico de la comarca de Guadix. A continuación os expongo mis principales iodeas al respecto.
La comarca de Guadix no es una isla. Aprovechemos el entorno.
Guadix se encuentra en una situación privilegiada. En menos de dos horas de coche tenemos playas (Almería, Mojacar), embalses con áreas habilitadas para el baño o deportes náuticos (La Peza, Negratín, La Bolera, San Clemente), ciudades monumentales (Granada, Almería, Jaén, Úbeda, Baeza), Parques Nacionales (Sierra Nevada) y Parques Naturales (Sierra de Huétor, Sierra de Mágina, Sierras de Cazorla-Segura-Las Villas, Sierra de Castríl, Sierra de María-Los Vélez, Cabo de Gata, Sierra de Baza). La comarca de Guadix, además de ser vendida como destino en sí misma, puede ser ofertada como una base tranquila y atractiva para acercarse al resto de Andalucía Oriental.
¿Vendemos sólo lo que nos gusta o pensamos en lo que le puede gustar a los clientes?.
En parte es normal que demos prioridad a la creación de productos que a nosotros nos resultan atractivos, pero los clientes no tienen por qué coincidir con nosotros, especialmente si queremos crear ofertas de turismo sectorial que atraigan a clientes con alto poder adquisitivo muy interesados en un tema en concreto.
Un ejemplo. La Dehesa del Camarate o el Picón de Jeres nos resultan muy atractivos a nosotros y en general a los españoles del sur porque son uno de los pocos robledales o medios de alta montaña que tenemos. Sin embargo, un francés o un alemán que venga aquí atraído por el Medio Natural ha estado antes con toda seguridad en los Alpes, los Pirineos o los Cárpatos y si sólo le vendemos “paisaje” va a quedar muy decepcionado.
¿Sólo vendemos la forma de visitar y el alojamiento, o damos prioridad a lo que se puede visitar?.
En gran medida, la oferta turística actual en la comarca se centra en formas atractivas de recorrer el territorio (piragüismo, globo aerostático, bicicleta de montaña, todo terreno, trekking, actividades de montaña) o en alojamientos de caracter especial (casas-cueva).
Sin embargo, deberíamos tener claro que estas actividades o alojamientos no van a constituir un producto exclusivo que nos haga un hueco en el mercado porque pueden hacerse en cualquier sitio. Si queremos convertir a la comarca en una marca de turismo de calidad debemos hacerlo en función de los que se puede visitar, disfrutar y aprender en ella, no exclusivamente en la forma de recorrerla.
¿Turismo de masas o turismo especializado?
Es cierto que todos los modelos de negocio pueden tener cabida, pero si queremos que el turismo contribuya de forma significativa al desarrollo económico de la comarca, se debería priorizar el turismo sectorial especializado y dirigido a clientes de alto poder adquisitivo (birdwatching o dirigido a otros recursos generados por la biodiversidad, turismo enológico, turismo educativo a todos los niveles, geoturismo o turismo paleontológico, turismo arqueológico e histórico…).
Para ello se requiere una identificación clara y un estudio profundo del recurso y una alta especialización para la creación de rutas y la preparación de guías especializados. En cualquier otra región, esto requeriría una importante inversión previa en estudios especializados sobre la geología, paleontología, flora, fauna o recursos arqueológicos. Sin embargo, en la comarca de Guadix contamos con la ventaja de que se trata de una de las áreas de España mejor estudiada a nivel científico, con centenares de estudios publicados en las revistas científicas más prestigiosas del mundo sobre geología, paleontología, botánica, zoología, arqueología de todas las épocas…. Sólo sería necesario recopilar, organizar y resumir esa información, escogiendo aquellos aspectos que puedan ser transformados en producto turístico.
Volviendo al ejemplo de la Dehesa del Camarate, esta puede convertirse en un producto atractivo para el turista alemán si, más allá del paisaje y del color de las hojas en otoño, se le vende como un lugar en el que puede ver cómo funcionan los ecosistemas mediterráneos, repleto de plantas y animales que no viven en ningún otro lugar del mundo y en el que el hombre ha dejado huellas de su paso durante miles de años a través de la ganadería, fundiciones de hierro visigodas o carboneras.
¿El negocio “turismo” es sólo de los agentes turísticos?
Buena parte de los recursos turísticos que actualmente se explotan o podrían ser explotados en el futuro están en terrenos que son propiedad privada, y la explotación turística puede dar lugar a limitaciones para que los propietarios hagan un uso libre de ellos.
Por ejemplo, un molino tradicional es muy atractivo para el turismo, pero puede dejar de serlo si el propietario decide transformarlo en su vivienda. Para conservar estos recursos es necesario que se articulen estrategias para fomentar que sean los propios propietarios de los terrenos los que vendan el producto, o para que al menos se beneficien de parte del dinero que genere la actividad turística.
Todo lo que es valioso para ser mostrado también lo es para que sea protegido.
La política andaluza de fomento del turismo rural se viene centrando en el producto “Andalucía, Parque Natural” como uno de sus principales elementos. De hecho, la creación de estos espacios protegidos, a pesar de lo que se pueda pensar a priori, ha supuesto un importante revulsivo para la economía de decenas de pequeños pueblos que, gracias a la marca de calidad que supone el Parque Natural, han podido resucitar el sector comercial, desarrollar iniciativas turísticas y hosteleras y revalorizar su artesanía e industria agroalimentaria tradicional.
De hecho, localidades como Huéscar, la Puebla de Don Fadrique y Lujar están pidiendo a la Junta de Andalucía que se declaren parques naturales en su término municipal para beneficiarse de las posibilidades de desarrollo que implican.
La Hoya de Guadix cuenta con ecosistemas excepcionales y un buen número de especies únicas y muy amenazadas que, sumadas a su importante patrimonio geológico y paleontológico, justificarían sobradamente la creación de un Parque Natural que abarcara, entre otras áreas, los bad-lands de Fonelas y Dehesas de Guadix, el entorno del Balneario de Alicún, Los Coloraos de Gorafe o los montes de Bácor-Olivar.
Estos paisajes subdesérticos serían un gran atractivo para el turismo especializado dirigido a visitantes europeos, ya que al contrario de lo que ocurre con Sierra Nevada, este si es un recurso único y que seguro que no conocen a no ser que hayan visitado el norte de África u Oriente Medio. De hecho, un área similar (las Bárdenas Reales de Navarra), se han convertido en uno de los principales destinos de turismo de interior del norte de España. Además, la creación del Parque Natural abriría nuevas perspectivas de desarrollo en localidades que hoy están en franco declive, como Fonelas, Gorafe, Bácor, Dehesas de Guadix o Villanueva de las Torres.
Este debería de ser uno de los principales objetivos en cualquier estrategia de desarrollo turístico para la comarca y, en cualquier caso, los promotores turísticos deberían ser los primeros interesados en evitar que el importantísimo recurso turístico que suponen los bad-lands se sigan destruyendo para transformarlos en plantaciones de pinos o que se conviertan en campos de maniobras militares o circuitos de rallys, como está ocurriendo con los Coloraos de Gorafe.