El lince ibérico es el felino más amenazado de la tierra. Sólo sobrevive en los rincones más salvajes de España…pero antes se les podía ver en Guadix.
Los linces son felinos de tamaño medio, especializados en cazar herbívoros pequeños o medianos (conejos, liebres, corzos, pequeños ciervos). El primer lince europeo (Lynx issiodorensis) [pincha aquí para saber más del abuelo lince] apareció en el Plioceno (5,3-2,5 millones de años). Entre otros yacimientos, ha sido encontrado en Fonelas P-1 (en pleno centro de la hoya de Guadix), donde se recuperó una mandíbula de hace 1.7 millones de años [más información sobre el lince fósil de Fonelas P-1]. La llegada de los periodos glaciares hizo que varias poblaciones de lince quedaran aisladas en el sur de Europa y evolucionaran dando lugar a especies diferentes. Las poblaciones de la península ibérica dieron lugar a otra especie, el lince ibérico (Lynx pardina) [pincha aquí si quieres saber más sobre el lince].
El lince ibérico, también llamado gato clavo o gato cerval, vivió hasta hace poco en toda la península ibérica. Las referencias escritas y los restos arqueológicos están repartidos por casi toda la geografía española. Por ejemplo, el año pasado tuve la oportunidad de estudiar una magnífica mandíbula encontrada en un yacimiento del siglo XV de Antequera (Málaga).
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Mandíbula de lince ibérico encontrada en el yacimiento de La Moraleda (Antequera, Málaga, siglo XV).
En la comarca de Guadix, aún era frecuente encontrarse con los linces ibéricos hasta hace pocas décadas. Hay varias narraciones de las décadas de 1950-1960 sobre cómo los “gatos clavos” iban a robar gallinas sus corrales del cortijo de Olivares (entre Gorafe y Bácor) y el de Manzanos (junto a la desembocadura del Fardes en el Guadiana Menor), o de cómo eran sorprendidos durante las batidas de conejos en los cotos de Becerra (Guadix). Sin embargo, la referencia más palpable sobre los linces de Guadix podría ser un animal disecado que aún se conserva en las colecciones del departamento de Zoología de la Universidad de Granada. Es casi seguro que se trata de una hembra cazada poco antes de 1885 en la Dehesa de Guadix (entre El Baúl y Gorafe) por José Sánchez García, encargado en esa época del Gabinete de Historia Natural de la Universidad. En su libro Catálogo de los mamíferos y aves observados en la provincia de Granada [Descárgate este libro en PDF] (una verdadera joya sobre la fauna granadina de la época) es muy explícito sobre cómo se cazó este ejemplar: “Una hembra que figura en el Gabinete de esta Universidad, fue muerta en las dehesas de Guadix estando dando de mamar á sus hijos en la puerta de su madriguera, quedando muertos del tiro la madre y dos hijuelos”.

El lince ibérico se extinguió hace décadas de la comarca de Guadix. Probablemente, el último ejemplar murió de un tiro en la década de 1980 cerca de la actual presa del Negratín. En el resto de España no le ha ido mejor: fue desapareciendo hasta que quedaron ¡sólo 160! linces en Doñana (Huelva) y en la sierra de Andujar (Jaén), convirtiéndose en uno de los animales más amenazados de extinción de todo el planeta. Sólo gracias a un gran esfuerzo se ha podido parar la pérdida de ejemplares y las poblaciones comienzan a recuperarse muy lentamente [descubre cómo se está intentando salvar al lince ibérico].
Poco a poco empiezan a reaparecer en algunos sitios, bien porque se sueltan ejemplares para crear nuevas poblaciones (sierra de Córdoba, Montes de Toledo) o porque los animales salvajes se mueven buscando nuevos territorios…y ya se vuelven a ver en la Hoya de Guadix. En septiembre los Agentes Forestales de la Junta de Andalucía encontraba un ejemplar en Sierra Arana [descubre cómo nos lo contó el periódico Ideal de Granada], y en un muestreo realizado el 29/04/2015 en la mitad norte de la Hoya de Guadix me tropecé con una huella de otro ejemplar.

No hay que lanzar las campanas al vuelo. Meses después una visita al mismo lugar con expertos de la Junta de Andalucía demostró que se trataba de un animal divagante que ya no estaba en la zona. Sin embargo, este encuentro demuestra que el lince ibérico está intentando encontrar nuevos territorios y que es capaz de llegar desde sus poblaciones de Sierra Morena hasta la Hoya de Guadix….con un poco de suerte podría volver a perseguir conejos por los espartales de las cárcavas…¿le dejaremos?